Las Tikis acaban la temporada regular con toda su ilusión en conseguir el ascenso

154 goles a favor y sólo 4 en contra, durante las dos últimas temporadas, es un balance que impone respeto y llama la atención de cualquier persona aficionada al Hockey. Por suerte, ese balance corrosivo y matador pertenece únicamente al SPV Complutense femenino de Segunda División, un equipo acostumbrado a hacer las cosas a lo grande. Las cifras de este año (74 goles a favor y 4 en contra) sólo han «empeorado» un poco el rendimiento escandaloso de la temporada anterior (80 goles a favor y 0 en contra). Además, hay que sumar que este invierno se han coronado campeonas de Hockey Sala de Primera División B en Madrid y 12 gorras que han regalado a las mejores jugadoras rivales en cada uno de sus partidos.

La mentalidad que actualmente tienen las Tikis, cuando se miran a sí mismas y su espectacular rendimiento, es que son de Primera División Nacional. Pero saben lo que cuesta colgarse esa etiqueta y que nadie la regala. Por eso mismo, y porque son competitivas hasta el límite, ya están preparando la fase de ascenso que debería jugarse a finales de Mayo. La ilusión está puesta en lograrlo aunque medio ojo también está puesto en lo que ocurrió el pasado año en Beteró. En esa fase se quedaron sin ascenso por un empate ante el Valencia CH y un rédito de goles a favor insuficiente. Fue, sin duda, el único momento negativo en estos dos años y tienen ganas de resarcirse en cuanto la bola se ponga en juego durante la próxima fase de ascenso.

«Queda lo más intenso —comenta la capitana, Patricia Martínez «Pachi»—. Entrenar táctica y técnica, preparación física, amistosos…» La recta final que tiene preparada el cuerpo técnico de Segunda División femenina, encabezada por Lluís Romagosa no será apta para perezosas. El técnico sabe que el peldaño superior puede estar a un gol de diferencia y no quiere que se repita lo del año pasado. Para eso es necesario que ninguna de las componentes de las Tikis se relaje y se esfuercen al máximo, pero también «que tengan una gran confianza en sí mismas y sus posibilidades, porque son reales», comenta Romagosa. Después de haber compartido campo y horarios de entrenamiento con División de Honor femenina, juveniles y cadetes, con los mismos derechos, obligaciones y hasta risas… «Ahora viene lo mejor —añade la capitana de las Tikis—. Estamos inmensamente agradecidas a todas las personas del club que nos están ayudando a conseguirlo».