
La Liga de Primera División Femenina, en un puño para todas las participantes
Hacía tiempo que no se podía hablar de Primera División Femenina con tanto interés y pasión como la que tiene ahora mismo esta competición de Hockey. El SPV Complutense tiene un equipo que consiguió ascender a finales de la temporada pasada tras proclamarse Campeonas de España de Segunda División. Y en esta campaña no sólo está defendiéndose y manteniendo el puesto sino que está dejando muestras de ser uno de los rivales más duros, a domicilio pero también en sus desplazamientos, donde ha conseguido buenas rentas. Mediado el ecuador de la temporada es un momento inmejorable para analizar esta liga, que como puede comprobarse por la situación de la tabla, no es apta para cardiac@s.
A priori, hay dos equipos que están consiguiendo distanciarse del resto con relativa superioridad; la RS Tenis y el Club de Campo. En el primer caso, se trata de una escuadra que viene de haber descendido el año pasado tras su paso por División de Honor Femenina pero va encarrilado a un nuevo ascenso por la tónica que lleva (su peor resultado ha sido un empate en doce jornadas). En cuanto al Club de Campo, tiene una estructura que se favorece bastante de su contacto con el primer equipo y los resultados lo demuestran (un empate y dos derrotas). A partir de esos dos equipos comienza un baile de cifras que está en un puño. Como muestra de lo apretado que está todo, conviene decir que entre las terceras de la tabla y las últimas están a tan sólo ocho puntos de diferencia. «Con la renuncia del Universidad de Sevilla y las dificultades de plantilla que ha tenido CH Pozuelo la liga se ha igualado mucho más», como asegura Jorge Suárez (entrenador del RC Jolaseta y ex-Complutense). Además, el técnico de las vascas cree que «el exigente nivel de División de Honor obliga a completar primero esas plantillas, dejando a los equipos filiales con un buen cupo de jugadoras que apenas tienen experiencia a nivel nacional».
En cuarto lugar de la tabla está el SPV Complutense, un equipo ascendido que logró proclamarse Campeón de España de Segunda División en verano y está demostrando que ha llegado para quedarse, si las cosas no se tuercen. «No hemos tenido casi tiempo de alegrarnos de la posición que ocupamos porque, ahora mismo, juegas contra cualquier equipo que esté por debajo y si pierdes ya estás mucho más en la cola de lo que imaginas», dice Patricia Martínez (capitana de las Tikis del SPV Complutense). «A decir verdad, es un gusto disputar una liga así, porque cada encuentro es como un partido de vuelta de una competición; metes un gol y lo celebras con una alegría desbordante». El equipo comandado por Lluís Romagosa sabe que la segunda vuelta de esta Liga tendrá momentos duros pero lo que no le va a faltar es carácter y trabajo, que son una de las señas de identidad de este grupo.
Del quinto puesto al último está todo apretadísmo. Tan sólo 5 puntos de diferencia entre el CH San Fernando, que encontró la oportunidad de jugar esta temporada tras la renuncia del Universidad de Sevilla, y las catalanas del CD Terrassa, que quizás están cerrando la tabla cuando tienen mejor equipo de lo que parece. Ocho equipos en una mano de puntos… Para encontrar respuestas a esta igualdad, podríamos apelar a que el nivel de todos los clubes que juegan esta Primera División es muy homogéneo. Acudiendo de nuevo a la opinión del técnico del RC Jolaseta (Jorge Suárez), «el crecimiento de muchos clubes ha hecho que haya entrenadores top y jugadoras top que son requeridas en el máximo nivel, y el resto de plantillas dependemos de generaciones de jugadoras que, en el fondo, son una apuesta de futuro, pero no un presente para disputar una competición como ésta. Hay que apostar por ellas y acertar, no sólo por las que tienen proyección si no por las que no la tienen tanto».
Lo que sin duda hace más apetecible esta competición es esa igualdad. Basta con bajar a cualquier partido de la categoría para darse cuenta de que todos los equipos disponen de jugadoras cadetes, juveniles y senior que no dejan de luchar un sólo segundo. En cierto sentido, es Hockey en estado puro, el Hockey el de siempre y que resulta un poco más agónico que el de otras categorías. Sin las pautas de competiciones como División de Honor (donde se está rayando el nivel de la profesionalización en cuanto a exigencia) y con todo el regusto de la competitividad extrema, porque nadie se permite dejarse ni un sólo punto en juego. Lo que resta de temporada será emocionante para todo el que quiera acudir a Sanse a ver un partido de las Tikis, y eso lo asegura no sólo su capitana sino todo el Staff técnico del club, que quizás sea el menos amigo de tantas emociones, sabiendo que dos equipos descienden directamente a Segunda División.